A través de diferentes enseñanzas espirituales podemos visualizar el funcionamiento y la estructura del universo, no solo a nivel físico, sino también espiritual. Mediante la Kabbalah sabemos que existen 4 diferentes DIMENSIONES, MUNDOS y PLANOS. El primero se llama “ATZILUTH” y es el lugar en donde reside LA CONSCIENCIA, el espacio entre los espacios desde donde emana toda la vida. Después está “BRIAH”, la dimensión del PENSAMIENTO y el RAZONAMIENTO. En el siguiente se encuentra “YETZIRAH”, también conocido como el PLANO ASTRAL y es donde operan las EMOCIONES y los SENTIMIENTOS. Por último, se encuentra el MUNDO FÍSICO, llamado “ASSIAH”, aquí es desde donde percibimos toda nuestra existencia mediante el cuerpo físico.
Para comprender de manera profunda lo que es el plano de existencia al que llamamos Yetzirah o Plano Astral, requerimos remontarnos al inicio de la Creación ya que ahí tenemos grandes claves que han quedado grabadas en sagradas escrituras de diferentes filosofías y religiones a través de las eras de toda la humanidad:
- En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
- Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
- Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
- Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.
- Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas las llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.
- Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.
- E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así.
-GÉNESIS: 1-7
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Este fragmento del Génesis en el antiguo testamento revela una clave muy importante sobre el mecanismo bajo el que opera el PLANO ASTRAL. El elemento de la creación que distribuye la energía dentro de esta dimensión es el AGUA. Como ya mencionamos previamente, este espacio es en donde operan todos los sentimientos y las emociones. Cuando una persona “siente” algo, es porque su consciencia se conecta a este lugar de manera psíquica, o sea, a través de la mente. Cuando leemos que Dios “separó las aguas de las aguas”, hace referencia a que se queda una parte de este elemento en la tierra, en el plano físico y otra muy importante se eleva hacia otro estado energético. Esto quiere decir que tanto la dimensión de Assiah como Yetzirah se encuentran totalmente interconectadas. De hecho, la segunda es el puente entre el plano físico y el mental, por lo cual es importante entender que todo lo que opera ahí es trascendental para el ser humano. Las emociones son el factor que define todo en la vida de una persona, mucho más allá del poder del razonamiento, agregado a que, en totalidad, de manera física estamos compuestos por un 60% de agua.
Dicho de otra manera, ESTAMOS GOBERNADOS POR NUESTRAS EMOCIONES y el aprender a canalizarlas de manera correcta son parte de lo más importante que tenemos como tarea en este mundo.
El tema del Plano Astral es importante ya que está completamente relacionado con nuestra realidad. Toda persona, así como tiene un “Cuerpo Físico”, también tiene un “Cuerpo Astral”, que es básicamente el entorno en donde vibran nuestras emociones y sirve de puente de comunicación entre el alma y el cuerpo. Asimismo, cada ser humano está conectado a otro cuerpo llamado “Cuerpo Mental”. De esta manera podemos entender que nos conforman vibraciones de 3 dimensiones que trabajan paralelamente.
El Alto Astral
La Dimensión Astral o Yetzirah se divide en dos debido a su nivel de frecuencia vibracional y al tipo de habitantes que se encuentran ahí. Todo en el universo vibra y el Plano Astral no es la excepción, del mismo modo en que a nivel físico podemos percibir cómo en un vaso se separa por densidad, el agua del aceite, de la misma manera los seres que viven aquí pueden llegar a tener frecuencias radicalmente opuestas.
Los nativos del Alto Astral normalmente son las Inteligencias Angelicales que tienen funciones orientadas a la estructura y operación de la creación pudiendo tener intervenciones en niveles inferiores en el plano de la materia. Otros habitantes son las Potencias Astrológicas o Logos Planetarios, responsables de la canalización energética de ondas frecuenciales de los planetas que a su vez emanan diferentes tipos de emociones que cumplen funciones específicas para el equilibrio del universo.
También se encuentran los Seres Elementales que dan fuerza vital a los elementos de la creación para descender a la materia dando forma a la naturaleza y a los animales. Normalmente, este es el plano que funciona como el paso transitorio del ser humano cuando trasciende de la vida en su cuerpo físico. Es un lugar en donde maestros de luz y seres ascendidos coexisten ayudando siempre a que el universo sea mejor.
El Bajo Astral
Hablar de este espacio es importante ya que está situado directamente a la orilla del velo que divide el Plano Físico del Plano Astral. Tiene una densidad más elevada que el Plano Físico, pero dentro de los mundos espirituales, es el de más baja vibración. Las experiencias de las personas que sueñan de manera vívida muchas veces son producto del contacto que tienen en este punto, principalmente cuando estos sueños son perturbadores a manera de pesadillas. La baja vibración que se percibe en el Bajo Astral se debe a que aquí es en donde recaen todos los sentimientos negativos.
Aquellas emociones como el odio, el miedo, la rabia, el rencor, los celos, la apatía, la avaricia, la maldad y muchas más encuentran una concentración dentro de este nivel, llevando a sus habitantes a percibir solo este tipo de emociones. Sin embargo, debemos comprender que esas vibraciones no yacen ahí por sí solas, más bien, son el producto de la condensación de pensamientos y acciones que tomaron forma en algún momento, ya sea ahí mismo o en planos como el Físico y que han ido estancado como agua sucia quedando atrapadas ahí.
Cada una de las dimensiones tiene sus propias leyes y por supuesto, sus habitantes. Dentro del Bajo Astral podemos hallar múltiples formas de vida de igual forma en que lo vemos en su opuesto a la que llamamos “Alto Astral”, sin embargo, aquí la situación es radicalmente diferente ya que las criaturas de este reino son entidades que se encuentran totalmente ancladas a esas emociones, toda su vibración y energía está dirigida hacia el polo negativo y en algunos casos, resultan peligrosas o extremadamente peligrosas para otros tipos de vida. Aquí habitan desde seres a los que conocemos como “larvas” o “parásitos astrales”, hasta “desencarnados” y “demonios”. También están las personas que murieron de manera repentina o con un shock muy fuerte y son las que se convierten en “almas errantes”.
Sobre las larvas astrales, podemos entenderlas como entes de baja vibración pertenecientes como nativos de este plano que se alimentan de la energía vital de personas y animales, además de adherirse en muchas ocasiones de manera compulsiva a objetos o lugares. Lo hacen directamente actuando en esta dimensión, pero con repercusiones que se van haciendo más visibles en el mundo físico al paso del tiempo. La incidencia de estas entidades, deteriora la mente y la voluntad de los afectados, además del ambiente que los rodea, generando impacto en los niveles físico, mental, emocional y espiritual. Son formas de vida simples que no tienen pensamientos propios, pero sí se mueven por la vibración de las emociones. Tener pensamientos nocivos o imprudentes y permanecer en estados emocionales negativos por largo tiempo, como aquellos generados por pérdidas o secuelas de enfermedades, son algunas de las situaciones que abren la puerta a estos parásitos.
En el caso de los desencarnados y las almas errantes, ambos fueron personas con una vida en el plano físico pero los primeros después de trascender simplemente no quieren desapegarse a su estilo de vida en el mundo físico, tienen sentimientos de odio y apegos muy grandes o miedos que los atan por completo a esta dimensión. Las almas errantes simplemente murieron repentinamente y se encuentran desorientadas sin saber cómo avanzar hacia siguientes niveles vibracionales. Por haber sido seres humanos, tuvieron acceso al cuerpo físico que ya dejaron, pero también tienen un cuerpo astral y otro mental. Lo anterior es muy importante ya que estas entidades conservan esencia de pensamiento, en algunos casos vaga, pero en otros es muy fuerte y no debemos olvidar que están totalmente impulsados en sus acciones por todos aquellos sentimientos negativos que los embargan.
Los demonios son seres inteligentes de mucha fuerza energética. Algunos son nativos del Plano Astral y tienen funciones específicas dentro de su rol en las emociones negativas. Existen otros que provienen directamente de esferas más elevadas en el Alto Astral, Ángeles que originalmente eran seres de luz pero que por alguna razón fueron corrompidos o llevados hacia la oscuridad y en algunos casos, son personas que alguna vez también tuvieron cuerpo físico y que, tras convertirse en desencarnados, no lograron elevarse y liberarse de la negatividad de sus emociones, llevando esto al lado contrario hasta hacerse entidades de este nivel.
De todos los que habitan en este espacio, los demonios son los más peligrosos. Normalmente han aprendido a dominar este plano y han comprendido muchas de las mecánicas que rigen la estructura del universo, pudiendo acceder de manera consciente al nivel de la materia a través de sueños, posesiones a personas débiles en sentido espiritual, energético y mental y también, los más poderosos, logran materializarse revelando la forma que tienen o cambiando de aspecto al que ellos quieran dentro del mundo físico. También se alimentan de la energía vital de seres humanos y animales, pero por su fuerza energética, ellos requieren que las emociones negativas sean más elevadas en su alimento para que puedan satisfacerlos. Es por esto que se valen de muchos sortilegios y herramientas para destruir, enfermar y llevar a la locura a todos aquellos a quienes ponen en su mira.
Los trabajos de MAGIA NEGRA o BRUJERÍA, son realizados usualmente con asistencia de estos seres que, al moverse en el plano astral, tienen capacidades de poder materializar y encausar acontecimientos hacia la dirección que ellos elijan; sin embargo, siempre lo hacen por medio de un alto costo para el operador y el solicitante de este trabajo.